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Satan Arise

Séis y media de la tarde. Sala Razzmatazz. Barcelona.


El día parecía que no acompañaba, pero eso no parece hizo disminuir el ánimo de la gente que, media hora antes de la apertura de las puertas (que abrieron algo más tarde de lo previsto) estaba esperando ansiosa por ver a grandes del metal. Finalmente, ante una lluvia que arreciaba sin impunidad para nadie, sobre las siete la gente empezó a entrar en la sala. Prensa, antes de la apertura, empezamos a entrar con la finalización de las pruebas de sonido de Shadowside. A las siete y diez llegó el turno para los brasileños. Con gente aún acabando de entrar en la sala, el power arrancó motores, aunque seria una carrera corta.

Con apenas 30 minutos de concierto, Shadowside no dudó en darlo todo igualmente en el escenario. Un grupo que apenas conocía y que no me desagradó para nada. La versátil voz de Dani Nolden en canciones como Gag Order, o la contundente combinación musical de Raphael Mattos, Fabio Carito y Fabio Buitvidas, a la guitarra, bajo y batería respecitvamente sonó en canciones como I'm Your Mind o Hightlight. Sin duda, un largo viaje desde Santos (creo que con backline incluído en el viaje) para lo que espero que para ellos también fuera un conciertazo.

Tras todo el cambio en el escenario, llegó el turno de Gamma Ray. Un segundo Hellish rock tour para los Alemanes compartiendo escenario de nuevo con otros míticos del metal como Helloween no era menos como para llenar 3700m² de música con Kai Hansen a la voz, junto a un público totalmente entregado desde el segundo cero. Empezó el espectáculo, tal como si acabaramos de poner el álbum Power Plant en nuestros equipos: entrada tranquila, seguida de la potencia que duraría todo el concierto.

De las manos de E. Frank Russell y de las los instrumentos de los alemanes continuan con Men, Martians and Machines, palabras que saldrían a vivo pulmón de los espectadores en Razz sin parar. Continuarían así con The Spirit, una leve bajada de intensidad que no afectaría al enloquecido público.

Dejando atrás los ritmos de Sigh no More, avanzamos dos años en su discografía para pasar a la cover que lleva el mismo nombre que la banda. La versión de Birth Control sonó sin dejar ni un respiro para continuar avanzando en el tiempo con otro tema, pero esta vez hacia un futuro cercano. De los primeros oídos en escuchar los dos temas que Hansen anunció de su futuro EP Master of confusion nos llega en primer lugar Empire of the Undead. Ritmos acelerados y guitarras abrasadoras a duo entre Hansen y Richter que hicieron ebullir la sala. Acto seguido, el segundo tema del EP de la noche: Master of Confusion, tema que da nombre al futuro álbum. Protagonizado por Schlächter y Ehré, un tema que entra fácil, con riffs clásicas y ritmo pegadizo. De momento hemos escuchado algún adelanto y sin duda podremos disfrutar de éste a partir del 15 de marzo.

Prévio a éste, tenemos To the metal! que empieza con la canción que sonó a continuación: Empathy. Volvemos a empezar con un ritmo tranquilo para acabar con todo el mundo saltando y entregándose en la sala. Tras la canción, presentan al sustituto de Daniel Zimmermann, que anunció su marcha del grupo a primeros de septiembre de 2012. Continuamos así con la canción que escribió él para el EP del 2010: Rise. En forma de himno que augura uno de los momentos épicos de la noche. Y es que al empezar a escuchar la canción ya se sabe que a continuación no puede venir otra cosa que Future World. Tras esta volverían al último álbum con la canción que le da nombre para “acabar con la noche”.

Así pues, con la gente eufórica, tras tocar To the Metal hicieron su amago de irse, pero la gente, ansiosa de más pidió sin pausa más y más, tras lo que, sin dejar durar demasiado la ausencia, los componentes del grupo volvieron al escenario para acabar con una sola canción: Send me a sign. Tras un pedazo de concierto, simplemente nos quedó el amargo regusto de haber oído una escasa hora de concierto de Gamma Ray.

Llegaríamos entonces a la recta final: Helloween. Después de la hora de Gamma Ray, la gente pedía a gritos un conciertazo de Helloween, y no se quedaron cortos. Ya se veía gente vestida de Dr. Stein y un público insaciable con ganas de Metal. Escenografía del último cd, unos muros a cada lado, y la batería de Löble majestuosa en el medio: 4 Bombos, dos goliats en el aire más el de pie, adhesivos en las dos membranas de cada tom... una obra de arte. Y es ésta la que abrió el espectáculo con Wanna Be God. El tema no es el más alabado por los seguidores en general, pero serviría como aperitivo para todo lo que vendría a continuación.

Continuaríamos con el último cd, con más caña, con la canción que da comienzo al EP: Nabataea. La gente, delante del escenaio, demostrando la escucha del cd y cantando casi como si fuera uno de los clásicos. Y con clásicos continuó el tema, pues llegó el momento de uno de ellos: Eagle fly free, dónde entonces sí que empezó a enloquecer de verdad el público. Un Markus Grosskopf, genio de las cuatro cuerdas, que a su vez hizo saltar en euforia al público con su carisma singular. Al acabar la canción de Keepers 2 volvimos a la actual época de Helloween con su Stright Out of Hell, canción del último trabajo, foco de la gira e imagen del cartel de ésta.

Tras acabar, con un Andi Deris con un castellano (con un acento gaditano que podría recordar al mismísimo chiquito) más que aceptable interactuó una vez más con el público para dar paso a una canción, esta vez de la primera década del dos mil: Where the Sinners Go.

A continuación vendría un combo del último CD con Waiting for the Thunder y Burning Sun que daría paso al solo de batería de Löble que sería un compendio de la destreza musical a las baquetas, pero un tanto excesivo en duración. A mi parecer, los solos de batería son más agradecidos por el público si, o bien son breves pero intensos, o bien si cogen alguna canción conocida y mezclan el solo con ésta. Si no, pasa como fue este el caso, que se hizo un poco -tan solo un poco- largo. Aún y así, las manos y cordinación del batería no conocen límite ni frontera.

Tras acabar el solo empezaría a sonar por la pea la intro de una canción más que reconocible al momento, aunque pueda confundirse con Perfect Gentleman: Who is Mr. Madman?. Unas contundentes guitarras al cargo de Weikath y Gerstner que volverían a reactivar la sala para prepararnos para interactuar con el grupo, pues en el momento de Live Now! (también del último álbum) Deris movilizaría al público para hacer competir a la gente a su diestra con los de su izquierda para cantar y dejarse los pulmones al canturreo de “live now!” y el “uooo” que marca el ritmo de la canción.

Tras mantener al candente público en ese estado de exultación, de repente se hizo el silencio en la sala para dar paso a uno de los técnicos de la sala con una acústica que acabaría en las manos de Sascha y haría bajar el ritmo de la velada con la balada Hold me in your arms. Ante un público que en ese momento pedía caña, eso debilitó un poco el momento, pero no tardaría en retomar el vuelo con Falling Higher, del trabajo del 2006 Better than Raw. Per la noche no estaba cayendo ni mucho menos de los más alto, pues aún no llegabamos al momento de la primera huída del escenario del grupo. Aún nos quedava tiempo para un par de temas más: Hell was made in Heaven y, que mejor para “acabar”, que acabar con todo su poder, fuerza y magia. Sería así Power su último tema antes de abandonar el escenario haciéndose de rogar un poco para volver a las andadas no con uno ni con dos, sinó con cuatro temas más.

Aún quedaban sorpresas -predecibles, pero aún así sorpresas- por pasar. Volverían así con la energía y las fuerzas para preguntar y oir la pregunta de las bocas de toda la sala: Are you Metal? Y con toda la sala demostrando que sí, que son metaleros y estaban dispuestos a darlo todo hasta el último minuto, momento de clásicos: Dr. Stein. Tras los brincos, saltos y ovaciones del público, llegó el momento. La “sorpresa”. El momento esperado por muchos. La nostalgia. La presencia de Hansen con su antiguo grupo para...no tocar una canción, no, sinó un popurrí de calabazas y metal: Helloween, How many Tears y Heavy Metal (is the law). Y con el metal siendo la única ley de la noche, aún no teniendo suficiente con la aparición de Kai junto a los Heloween, pasaron a formar parte del escenario con sus instrumentos Richter y Schlächter (dos baterías igual serían excesivas!).

Así llegaríamos al apoteósico final con la canción pedida a lo largo del concierto: I want out!. Un momento increíble y totalmente emocionante. Un público en su máximo extásis y dos grupos compartiendo escenario a la vez como una única gran banda que harían de ese el final épico que merecía la velada. Tras los aplausos sin fin – y merecidos – por parte de todo el público, llegamos al fin del espectáculo. Un Helloween con muchos temas de los últimos años, algun que otro clásico, y mucho metal. Sin duda, aún y poder tener los momentos más nostálgicos dónde se podrían pedir más canciones de los primeros álbumes, más minutos para Gamma Ray y sin duda para Shadowside, la noche no dejaría un mal sabor de boca, creo que puedo decir que, si no a nadie, a casi nadie.

Tras el concierto de Barcelona, era el turno de que la sala La Riviera de Madrid acogiera a Shadowside, Gamma Ray y Helloween en lo que sería una gran fiesta de power metal.


Nada más salir del metro nos encontramos con una cola enorme de esas que hacía mucho tiempo que no veíamos para un concierto y es que parece que el precio de las entradas no frenó en absoluto a los fans, que no querían perderse un show como el que se iba a presenciar esa noche. Show que no defraudó y del que salimos con una sonrisa enorme en los labios.

Entramos cuando Shadowside ya había empezado y que tuvieron una actuación bastante cortita. Eso sí, lo poco que vimos nos dejó con ganas de darles una oportunidad, aunque a su cantante Dani Nolden no se la escuchaba demasiado bien y el sonido tampoco acompañó al resto de la banda. Comparado con teloneros como fueron Freedom Call o Trick or Treat en su día, dejaron un poco que desear.

Pero la expectación estaba asegurada y sobre las ocho menos diez Gamma Ray salía al escenario. Con un espectáculo tremendamente corto para mi gusto – solo una hora – la banda de Kai Hansen nos movilizó a todos a ritmo de temas de su último disco como “Rise”, “Empathy” y “To the metal”, con la que nos hicieron corear como locos.

Contrastó mucho algunos de los temas que tocaron, que al no ser de los más habituales, en algunas partes dejaron al público un poco perdido. Sin embargo, en ningún momento se hizo largo ni mucho menos y con las primeras notas de “Future World” toda la sala estalló en la locura. También pudimos disfrutar de un adelanto del que será su nuevo disco con “Master of confusion”. Es una pena que les hayamos visto antes de que saquen su nuevo CD, porque probablemente extiendan su show a partir de ese momento.

Para poner punto y final a un concierto en el que Kai Hansen fue el que más se lució como era de esperar, tocaron la mítica “Send me a sign” dejando al público con una gran sabor de boca y ganas de más.
La espera para Helloween no se hizo demasiado larga y además pudimos disfrutar de la preciosa batería blanca de Dani Löble durante un rato. ¡Impresionante el solo de batería que se marcó posteriormente! Todos con la boca abierta.

Y con una puntualidad alemana impecable, Helloween empezó a las 21:15 y cumplieron con lo que Andi Deris prometiera – una hora y cincuenta minutos de actuación. Comenzaron con “Wanna be good” y continuaron con “Nabataea” que todos coreamos con ellos y nos vimos envueltos en un grandísimo espectáculo. Con su español canario, Deris hizo las delicias del público, actuando como una gran frontman, llevándonos a su terreno como quería. Nos presentaba los temas, nos preguntaba cómo lo estábamos pasando e incluso hizo varios juegos de esos que tanto nos gustan y de los que salimos con la garganta herida solo para demostrar que somos mejores que nuestros vecinos del lado de la izquierda o viceversa. Espectaculares también Sascha, Markus y Michael Weikath, al que pudimos ver haciendo los coros con su cigarrillo en la boca.

Tocaron muchos temas del nuevo disco como los ya mencionados “Nabataea” y “Wanna be good” junto con “Live now”, “Straight out of hell” y “Burning Sun”. No faltaron grandes temas de otros discos como “Are you metal”, “Eagle fly free” y “Power”, que nos hicieron saltar y gritar a pleno pulmón.

Y como punto y final a esta fiesta pudimos ver a Deris y Kai cantando juntos en una especie de popurrí raro del tema Halloween que terminó con Kai Hansen. No fue “Future World” como me hubiera gustado, pero me encantó. La última canción fue “I want out” en la que Gamma Ray y Helloween compartieron escenario. Una imagen de esas que no se olvidan.

Crónica y fotografías BCN: David S.

Fotografías BCN: Vic Salda
28/02/2013

Crónica y fotografías Madrid: Kushinaga
01/03/2013

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